GUIL CULTURAL CONTEMPORÁNEO
Es un modesto centro de actividades culturales y de interpretación del legado artístico de la Escultora y Pintora Mariángeles Lázaro Guil, con residencia principal en Guadix desde 1989. Se ubica en un Edificio Singular del Conjunto Histórico de la ciudad, propiedad de la artista, que fue restaurado por la arquitecta Dra. en Arqueología Maryelle Bertrand y habilitado para programaciones de eventos culturales de ámbito nacional e internacional.
Un espacio con historia
Según el informe arqueológico e histórico realizado en 2006 y la inclusión de su portada en el libro de la Arquitectura Mudéjar de la Comarca de Guadix, el edificio forma parte del conjunto arquitectónico de la ciudad musulmana que investigó el historiador Carlos Asenjo Sedano en 1983.
Se conservan elementos significativos como la fachada y un fragmento de artesonado de una logia, que podrían haber pertenecido a la residencia del primer gobernador de Wadi-as.
Historia reciente
Hasta 1938, la casa constituía una única vivienda junto con la actual casa número 1 de la Placeta de los Pachecos, una zona de relevancia histórica en Guadix. En sus bajos, una familia conocida como "Los Aperaores" estableció un destacado taller dedicado a la construcción y reparación de carros, fabricación de herramientas y herraje de animales para labores agrícolas.
En homenaje a esta tradición artesanal, se instaló una escultura de un buey en posición de ser herrado, obra del escultor cubano Sixto Bosmenier. Esta obra de arte se exhibe en el espacio exterior de la fachada posterior del Cultural Contemporáneo y fue presentada durante el primer acto de intercambio cultural internacional con artistas en situación de vulnerabilidad, patrocinado íntegramente por la escultora Mariángeles Lázaro Guil y coordinado por el Excmo. Ayuntamiento de Guadix en 2005.
Un centro cultural en el corazón del Geoparque de Granada
Se inscribe en un entorno de alto valor geológico, histórico y antropológico, que ha sido
reconocido por la UNESCO como un testimonio excepcional de la evolución de la Tierra y del ser
humano. Este contexto privilegiado dota al centro de una dimensión simbólica y funcional única,
al servir de puente entre la cultura contemporánea y la memoria milenaria del paisaje.
El deseo de la escultora GUIL es acoger actividades culturales en un espacio de reflexión, diálogo y creación, donde confluyen las ciencias naturales, la historia cultural y la expresión artística. Este cruce de disciplinas refuerza su vocación educativa y comunitaria, coherente con los objetivos de la red internacional de Geoparques, pudiendo integrar rutas educativas, talleres temáticos, residencias de artistas, intercambios científicos y proyectos de investigación que exploren la interacción entre naturaleza, territorio y creación. Así, el arte se convierte en una herramienta transformadora que invita a mirar el paisaje con una nueva sensibilidad, conectando el pasado con los desafíos del presente y las posibilidades del futuro.
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