Entrevista a Guil para la revista Almotacén de la Junta de Andalucía (1990)

 

Entrevista con Mariángeles Lázaro Guil para Almotacén en 1990

Mariángeles Lázaro Guil ha vuelto a reencontrarse con su tierra natal de Almería donde nació hace 31 años, tras vivir desde su niñez en la ciudad de Granada. Destinada desde hace dos años a Olula del Río como profesora de Dibujo en el Instituto de Bachillerato, su regreso estuvo eclipsado por las diversas formas estéticas que posibilitaban para ella poder expresarse con un material como es el mármol.


Como escultora los materiales duros y férreos le atraen con una pasión inusitada para sus creaciones artísticas.

“Porque se trata de transformar las sensaciones duras y frías que connotan el mármol o el hierro. Conseguir una estética de lo liviano, frágil, etéreo y explotar toda la sensibilidad que pueda ser inherente en otro material más dúctil”

Explica Guil, nombre artístico de sus obras, que han sido expuestas en importantes salas de exposiciones nacionales y extranjeras.


Su experiencia, formación y profesionalidad avalan la calidad artística de sus obras. En 1980 obtiene el título de graduada en Artes Plásticas, en la especialidad de cerámica, y en 1986 consigue la licenciatura de Bellas Artes, en la facultad de Sevilla, con la especialidad de escultura, para pasar en 1989 aprobar las oposiciones para el ingreso en el cuerpo de profesora agregada de Bachillerato.


Portada ALMOTACÉN (1990) (Digitalizada: 2025 ©Archivo GUIL)


Su primera exposición la realizó a la edad de 19 años y tras una intensa actividad, en 1983 expone en el salón de arte de la Biblioteca de Ganzenhoef en Ámsterdam.


Dos años después, presenta sus obras en la Galería Madelca de Palma de Mallorca y en 1987 una exposición escultórica en el Poliforum de Siqueiros de México D.F.


Igualmente, este mismo año monta otra exposición en “Edition 20 Gallery Toronto Ont” de Canadá. Mientras tanto, sus obras también son presentadas en diversas salas de arte de la provincia de Granada y Almería, principalmente.


Página 25 - 1990 -  (Digitalizada: 2025 ©Archivo GUIL)


Entre su actividad artística relacionada con el mármol de Macael, Guil presentó en 1988 la maqueta de una plaza monumental, realizada en mármol, para la Expo-92, en representación de la Asociación Provincial de Empresarios del Mármol de esta comarca, ambicioso proyecto que no llegó a prosperar a causa de pequeñas dificultades.


Un año después, prepara el diseño ornamental en Expo-Piedra de Sevilla, en representación del mármol de Macael, además de realizar para el Ayuntamiento de Mojácar una escultura monumental de mármol sobre la mujer de Mojácar.

Como escultora ¿qué es el Arte para ti?

Pienso que el arte es una fuerza energética del espíritu con poder de expresión, y ese poder en la escultura no es otro que el de las proporciones posteriores a la idea creadora, traducidas a una materia que podemos ver y tocar. La magia del arte se acomoda así en cosas dotadas de propiedades mentales y animadas para una lógica. De ese modo, se construyen espacios en otro espacio y en muchas ocasiones pueden producirse objetos con formas imprevisibles.

¿Cuál es la verdad del arte?

La verdad del arte se encuentra siempre en un campo imaginario en el que la idea se hace visible; es como un viaje sin fin en el que la terminación de una escultura, por ejemplo, marca el principio ideológico de la siguiente. Se trata de un mito personal del artista que encuentra el camino de comunicación con sus semejantes. Esto es algo que ya había pensado César Pavese.

¿Cuál es tu mito?

Mi mito es el espíritu de la época en que vivo; en definitiva el mundo que me rodea y que siempre percibo con una dosis de dualidad como lo previsto y lo casual, el orden y el desorden, la guerra y la paz, lo orgánico y lo matemático, lo antiguo y lo moderno...

¿Tú crees en la universalidad del arte?

No creo en la universalidad del arte, y pienso que no existe el artista que pretenda ser reconocido como creador en todos los pueblos del mundo, y que tenga que aportar a cada una de las culturas de éste y mucho menos en todos los tiempos.


En tus inicios comenzaste con trabajos abstractos. Después de tu paso por México has comenzado a realizar trabajos figurativos y más cercanos al realismo como la escultura monumental a la mujer mojaquera, ubicada en la Plaza de Mojácar, o el monumento que actualmente realizas en homenaje a los pescadores de Garrucha para este Ayuntamiento.


Foto del artículo  (Digitalizada: 2025 ©Archivo GUIL)


En México tuve oportunidad de reflexionar acerca de muchos aspectos de la escultura que en España había soslayado, porque en esa época yo intentaba buscarme a mí misma en un arte no figurativo. Cuando ya estaba en el continente americano pude empaparme del universalismo y el humanismo que había prodigado Vasconcelos, mirando a través de una escultura nacionalista, esto es, la que le proporcionó una visión de todo el trabajo a realizar por un país, en cuanto a su futuro.


Ante mí tenía todos esos monumentos que representan la curva histórica de los gobiernos post-revolucionarios y me parecieron muy pertinentes para poder consolidar un pensamiento moderno sobre América Latina.


Entonces fue cuando sentí añoranza por mi tierra, tal vez el calor de mi lar andaluz, abandonado y a la vez profunda solidaridad con los seres humanos, aunque mi vínculo con la deshumanización actual del arte europeo siguiera inalterado.


Lo más importante se produjo después al descubrir de qué modo se había abierto México definitivamente hacia afuera. Pues no se trataba ya del conocimiento acerca de su arte popular y la artesanía, así como su diseño artístico actual clavado en el geometrismo. Se trataba de algo más profundo que había que localizar en la fisonomía artística de aquel país.

¿Cómo fue tu experiencia en México?

Fueron tres años en los que asumí el papel de intrépida viajera y de los que sin duda ha surgido el espíritu autocrítico del que puede beneficiarse mi obra. Me interesé, extremadamente, por la temática aborigen y quise consignar una actitud crítica de nuestra época cuando en realidad me encontraba comprometida en buscar e interiorizar en lo tecnológico.

Todas estas vivencias que me conducen a determinadas líneas de investigación, la suelo resumir aclarando que, actualmente, mi actitud ante el arte es la de producir una obra abierta a infinitas alternativas que se apoyan en una libertad que la propia materia impone y no por un capricho de escultor.

Página 26  (Digitalizada: 2025 ©Archivo GUIL)



Esto es, reconocer que el artista debe respetar los elementos compositivos que ya poseen cualidades estéticas y también admitir exigencias sociales que presionan su personalidad. Porque de esta manera el acto creador se realiza en una atención mancomunada más responsable y activa por parte del espectador.

El impacto de la realidad humana y social me ha hecho cambiar la visión de cómo un escultor puede colaborar con el futuro de su tierra. Porque se trata de satisfacer la demanda popular para homenajear a unos hombres que son pilares sobre los que se está construyendo el futuro de nuestra tierra.


Estás muy entusiasmada con el proyecto del parque público de Olula del Río, del que eres autora.

Por lo que he podido ver es un proyecto muy ambicioso, ya que contará con un auditorio, zona de juegos infantiles, jardines con fuente y un gran mural público.

Cómo no voy a estar si se trata del lugar donde he pensado establecerme para vivir. De hecho, llevo más de un año trabajando en la comarca del Macael, con la sana intención de impulsar la proyección creativa del mármol de esta comarca, que por otra parte es la tierra donde nací y con la que me he reencontrado después de muchos años.

Por otro lado, he tenido la oportunidad de ampliar mis conceptos escultóricos proporcionándoles un matiz urbanístico y un reto profesional. Sobre todo, me ilusiona la posibilidad de adaptar unas formas escultóricas a las necesidades de juego de los niños con figuras de animales.


¿Las figuras lúdicas de animales las vas a realizar en mármol?

Ignoro qué material utilizaré, porque ahora mismo está en función del presupuesto económico del que disponga el Ayuntamiento de Olula del Río.


Pero los proyectos de Guil van más allá. Mientras trabaja en la escultura monumental de mármol en homenaje a los pescadores de Garrucha, encargada por su Ayuntamiento, el Cabildo de la Catedral de Guadix le ha propuesto realizar ocho esculturas que servirán de ornamento en la fachada de dicha catedral.

Artículo escrito por Manuela Cobo.

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