Premio Ciudad de Guadix 2005: Mariángeles Lázaro Guil
Artículo de JUAN M. URENDES • Periódico Wadi-as, Guadix (2005)
María Ángeles Lázaro Guil, licenciada en Bellas Artes en la especialidad de escultura por la Universidad de Sevilla y con un máster en escultura monumental y urbanismo llevado a cabo en México DF, ha sido uno de los tres premios “Ciudad de Guadix 2005” otorgados por unanimidad de la Corporación en el pleno de julio.
La larga carrera de María Ángeles Lázaro Guil, que ha participado en numerosas exposiciones tanto a nivel nacional como internacional, se ha visto reconocida con numerosos e importantes galardones, entre los que este premio es especialmente significativo. Y es que por segunda vez se ve premiada por los accitanos. La primera tuvo lugar al restaurar* la Piedad de la catedral, cuando recibió un homenaje de la gente de Guadix que vive en Granada. (*No se trató de una restauración de la réplica, sino de una reposición íntegra)
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Artículo de JUAN M. URENDES - Periódico Wadi-as (2005) (Digitalizada: 2025 ©Archivo GUIL) |
El premio “Ciudad de Guadix” fue entregado a María Ángeles Lázaro Guil por Miguel Pedraza, concejal de Participación Ciudadana, durante la ceremonia del pregón 2005, celebrada el 6 de agosto en el teatro Mira de Amescua.
“Guadix es la ciudad en la que tiene la gran suerte de vivir”
María Ángeles Lázaro dijo de Guadix que es la ciudad en la que tiene “la gran suerte de vivir”. La eligió, afirmó la escultora, “por atracción de ella hacia mí”.
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Foto que acompaña el artículo (Digitalizada: 2025 ©Archivo GUIL) |
El color de los cerros con el fondo de las sierras es una de sus perspectivas favoritas, con el campo y, en general, todo el entorno de Guadix. En su alocución, aseguró haber aprendido la tranquilidad del “lugar privilegiado de la geografía española” que es Guadix.
“Estar con responsabilidad hacia el lugar tan maravilloso donde puedo vivir”
María Ángeles Lázaro Guil dijo procurar “estar con responsabilidad hacia el lugar tan maravilloso donde puedo vivir”. Guadix es el sitio donde alcanzó su máxima productividad: no necesita pasar atascos para llegar a uno de sus espacios amplios predilectos –la estación– ni aire acondicionado en verano, por tener “el privilegio de vivir en una casa que tiene su fuente, su patio y todo el encanto que la historia de Guadix ha ido proporcionando”.
La herencia cultural no es, sin embargo, suficiente. Se hace imprescindible, según la escultora, una labor de conservación en la que la iniciativa privada tiene mucho que decir (siempre para vivir mejor), aunque contando con el apoyo institucional, que María Ángeles Lázaro Guil considera viable con la actual Corporación.
Tras una década viviendo en la ciudad, María Ángeles Lázaro Guil dijo estar segura de que cuenta con amigos en Guadix aunque no tenga aquí raíces.
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