Borran la firma de GUIL del Monumento a las Víctimas de Mauthausen (1999)

Artículo original de Miguel Ángel Blanco para IDEAL (1999) (Digitalizado: 2025 ©Archivo GUIL)

"Han borrado mi firma en el monumento a las víctimas de Mauthausen y lo he denunciado"

La escultora Mariángeles Lázaro Guil informará a la Sociedad General de Autores.

La escultora Mariángeles Lázaro Guil presentó ayer por la tarde en la Comisaría de Policía una denuncia por la desaparición de su firma como autora de la obra escultórica del monumento a las víctimas de Mauthausen, situado en el Parque de las Almadrabillas, todavía en obras.


El marmolista que ultima los detalles del monumento recibió hace días la orden de borrar la firma grabada en la piedra, por una persona que se presentó como un delegado de la Junta, aunque todos los indicios apuntan a que ha sido una suplantación de personalidad.


La escultora informará de lo sucedido ante la Sociedad General de Autores y pide la certificación oficial de autora del conjunto escultórico del monumento. Ha mostrado sus quejas por los escasos apoyos tenidos para la ejecución de su obra.


Foto de J. J. Mullor para IDEAL (1999) (Digitalizada: 2025 ©Archivo GUIL)


Hasta el pasado 5 de mayo, fecha en que se inauguró oficialmente el monumento a las víctimas de Mauthausen, todo eran facilidades y sonrisas para la escultora Mariángeles Lázaro Guil (Almería, 1959). Después, todo se le ha convertido en problemas, obstáculos a los que se le ha puesto guinda cuando hace unos días se encontró con que su firma de autora grabada en la piedra del conjunto escultórico que ha esculpido ha desaparecido.

«Al marmolista que trabaja en los últimos toques y limpieza del monumento le ordenó un señor que dijo que era delegado de la Junta que tenía que borrar mi firma», explicaba ayer la escultora.

El marmolista confirma la versión: «Era un señor alto, con gafas y el pelo algo rizado y me dijo que tenía que borrar la firma inmediatamente».


La indignación fue inicial:

«Han pisoteado mi trabajo y el derecho a la propiedad intelectual de mi obra, es lo mismo que si a un pintor le borran la firma de su cuadro».

La primera reacción ha sido presentar una denuncia en la Comisaría de Policía y seguirá una serie de acciones que restablezcan su firma en el conjunto escultórico:

«Y por supuesto, de lo sucedido voy a informar a la Sociedad General de Autores en defensa de mi derecho constitucional».


Durante los últimos días, la escultora siente que algo ha cambiado en el ambiente:

«No sé qué pasa, he ido cumpliendo con todo, es una obra para todos los almerienses, pero al final me encuentro con que lo que estoy viendo no tiene nada que ver con el espíritu inicial. Intento averiguar qué pasa y nadie me informa».


718 horas de trabajo:

«Deben saber que han sido 718 horas de trabajo, con jornadas de 14 horas diarias, incluso sábados y domingos, trabajando sobre un bloque de mármol de 28.000 kilos, al que le he quitado 14.000 kilos, que es un trabajo muy duro. Y ahora parece como si no hubiera hecho nada.»

«He estado trabajando al aire libre, con sol, y no me quejo porque era una causa noble, que siempre me ha emocionado, sobre todo porque estaba en mi tierra, Almería. Pero ahora esto es un misterio».


A finales de abril, justo en los días en que M. A. Lázaro esculpía el conjunto escultórico en su nave-taller de Guadix, declaraba en una de sus visitas al escenario del monumento en Almería:

«Mi idea para el monumento por las víctimas de Mauthausen es más espiritual que trágica».

«No es cuestión económica, el estímulo es haber venido a Almería, de donde estoy ausente muchos años, y es algo muy fuerte estar aquí ahora con la memoria del pueblo. Por eso quiero quitarle al monumento todo aspecto tétrico».

La propuesta para participar en la realización del monumento vino del cantero Cristóbal Flores: «Él me convenció».


Patrimonio de todos:

«Aparte del trabajo en esculpir el bloque con el conjunto escultórico, está la forma en que se ha tenido que trabajar en el emplazamiento, sin ningún punto de luz, que lo hemos tenido que conseguir del puerto deportivo, y un obrero nos dejó un compresor para la limpieza. Nadie se ha preocupado de retirar los escombros. Ha sido al final todo muy penoso».

 

«He pedido un certificado en el que conste mi autoría y que se trata de un patrimonio artístico de la ciudad de Almería. No es de nadie. Es de todos».


Artículo que forma parte del archivo de GUIL sobre el Monumento a las Víctimas de Mauthausen de Almería.
Artículo original publicado en IDEAL en 1999, por el periodista Miguel Ángel Blanco.
Transcrito en 2025, por Rafa Varón García, para el Archivo GUIL.

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