Manuela Cobo sobre GUIL y su próxima residencia en México (1987)

 Preocupación por el estudio de la figura humana


Artículo original de Manuela Cobo Maeso para Diario de Granada (1987)

Guil quiere crear nuevos espacios con luz, aire y movimiento

La artista granadina dice adiós a Granada con esta muestra de escultura y pintura


Después de esta muestra en Granada, Mariángeles Lázaro Guil se dispone a instalar su residencia durante tres años en México. Guil reconoce que el arte de la civilización azteca ha influido en sus obras, sobre todo en los colores y en las proporciones de las esculturas.

"Lo que pretendo con esta muestra de escultura y pintura en Granada es despedirme de la ciudad y marcharme por un periodo de tres años a México a investigar en las artes plásticas, en el color y en la luz. Creo que ésta es la mejor forma de decir adiós, aunque sea un corto tiempo."
—Mariángeles Lázaro Guil

En las obras firmadas por Guil en el Hispano 20, hay una inquietud latente que se plasma en la búsqueda del movimiento de las figuras.

"Hay una intención cinética que pretendo conseguir con la luz, el aire y el movimiento de la figura para crear nuevos espacios; son conceptos inspirados en los principios de la vida y basados en la civilización del Caracol, que en mi opinión influye en la civilización."
—Mariángeles Lázaro Guil

Esta escultora de veintiocho años ya ha conseguido algunos éxitos artísticos. Entre ellos se hallan su última exposición de escultura en el Poliforum de Siqueiros de México D.F., de donde ha regresado hace dos semanas, o la última que realizó hace dos años en el Club Financiero Génova de Madrid. Esta trayectoria artística la avala una nueva exposición que presentará en Canadá a finales de año.

"Como resultado de dos años de estudio, experimentación, de luchar contra corriente, contra modos, modas y afirmándose en sus creencias."
—Antonio Morales, crítico de arte

En sus temas existe una preocupación por el estudio de la figura humana.

"Los paisajes son sumamente hermosos, me resulta más fácil plasmarlos. Las figuras humanas me permiten investigar mejor, con nuevas técnicas plásticas y conseguir un estilo personal. Pero además me gusta el carácter humano y todo lo que conlleva."
—Mariángeles Lázaro Guil

Otra de las características de su estilo es la simplicidad:

"En el arte, esta cualidad la considero una virtud siempre que se consiga sin anular lo que se quiere expresar."
—Mariángeles Lázaro Guil

De sus dos años en México, Guil reconoce que el arte de la civilización azteca le ha influido en sus obras posteriores, sobre todo en los colores y las proporciones de las esculturas.

Su encuentro con México fue ocasional. Necesitaba salir fuera para ampliar sus investigaciones técnicas y se presentó la oportunidad de ir a este país como profesora de escultura y modelado de la Universidad Nacional Autónoma de México, y la experiencia hasta ahora le ha resultado positiva.

Mariángeles resalta por su gran altura. Ella es grande y comunicativa. Sus manos no dejan de gesticular, expresando en cada momento algo; sus ojos están en continuo movimiento buscando algo en la realidad y la sonrisa siempre en los labios. Ella es fuerte y cualquier obstáculo que se le interponga como un reto, intenta superarlo y así hacerse más fuerte.


El hierro es uno de los materiales que más gusta a Mariángeles por su doble vertiente opuesta de rígido y dúctil. Su dominio con el hierro queda demostrado en la exposición que presenta en el Hispano 20 con una pieza original titulada “Mujer Caracol”, realizada con láminas de hierro, que despierta una gran dureza y sensibilidad a la vez.

"El arte es de vital importancia para mí. Necesito estar en constante creación porque el arte es una fuerza energética del espíritu con poder de expresión, y la obra de arte es el instrumento en el cual se expresa esa fuerza interior."
—Mariángeles Lázaro Guil

De sus obras anteriores se puede apreciar su perfecta habilidad para el estilo realista, sobre todo para los retratos, pero su interés se centra en la parte humana y subjetiva. Para Guil, esta perfección solo es posible plasmarla con un estilo expresionista.

Escrito por Manuela Cobo Maeso para Diario de Granada (1987)
Transcrito por Rafa Varón García (2025)

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